En aquel tiempo, el padre de Jesús y su madre estaban admirados de lo que se decía de Él. Simeón les bendijo y dijo a María, su madre: «Éste está puesto para caída y elevación de muchos en Israel, y para ser señal de contradicción -¡y a ti misma una espada te atravesará el alma!- a fin de que queden al descubierto las intenciones de muchos corazones». (Lc 2,33-35).
Hoy es la festividad de Nstra. Sra de los Dolores, dolor por el que Nuestra Señora del Perdón soporta, bañando de lágrimas su hermoso rostro. Por eso, hoy también es su día. Es un día para recordar los sufrimientos de nuestra Madre, pero también para ver el amor, entrega y humildad con que los sufrió. Por ello, pidamosle que nos enseñe a tener fortaleza ante los sufrimientos de la vida y que encontremos en Ella, la compañía y la fuerza para poder afrontarlos.
«Ora pro nobis»