La circunstancias sanitarias en las que nos encontramos, hicieron que desde la Diócesis de Ciudad Real, y posteriormente, la Asociación de Cofradías emitiera el comunicado de cancelar y prohibir, toda celebración de actos que pudieran producir grandes aglomeraciones de personas en un mismo lugar, especialmente en espacios cerrados, así como los desfiles procesionales nuevamente en este 2021. Otro año más, nos quedamos sin Semana Grande en nuestra Ciudad, pero igualmente la Semana Santa llegará y tendrá su celebración, que descubriremos de manera distinta a la que estamos acostumbrados, sin pasos en la calle y sin bandas de música.
El año pasado, cuando todo comenzaba a prepararse, nos dejaba la miel en los labios y nos cerraban las puertas de la Merced, con la presentación del cartel anunciador de la Semana Santa 2020 que nunca llegó a ser.
Este año, con la excepción de los cultos cuaresmales, que durante estos días hemos empezado a ver en nuestra capital, echamos de menos una «victima» más de esta situación, dentro de las previas cuaresmales.
Tertulias cofrades, reuniones en las casas de Hermandad, ensayos, la presentación de carteles, pero por supuesto, los PREGONES DE HERMANDAD. Hoy se cumplen dos años de la pronunciación del último pregón anunciador de nuestra particular Semana Santa, dos años de «PREGONAR CORONACIÓN».
Como hicieran otros grandes cofrades y hermanos de nuestra Corporación nazarena, D. Adriano Delgado (nuestro Consiliario en el XXV Aniversario de la Hermandad – 2018), N.H.D. Jesús González Adánez (2017), N.H.D. Julio Santiago Sánchez Higuera (2016), N.H.D. Manuel López Salinas (2014), D. Emilio Martín Aguirre (2013), D. Juan Luis Huertas (2012), etc. Aquel 08 de marzo de 2019, nuestro pregón de Hermandad, fue pronunciado por N.H.Dª Cristina Almodóvar López, actual vestidora de nuestras Sagradas Imágenes Titulares y secundarias. En recuerdo del hasta ahora último pregón de Hermandad y en vísperas del inicio de nuestro Cultos Cuaresmales, rescatamos un trocito del mismo, para llevarnos de nuevo, a seguir «soñando con un Domingo de Ramos».
[…] «Sé que aún no es Domingo de Ramos, pero permítenos Señor, que nos ciegue la luz de esta pronta primavera. Y que hoy aquí, comience a discurrir nuestra Hermandad por las líneas de este pregón, como si fueran estas las calles de nuestra ciudad, tan castiza y manchega, y así no privarla más de tu grandeza.
Que a tres golpes en el portón, nuestras túnicas color marfil anuncien tan gloriosa y dificultosa salida, por la estrechez de tu puerta. Que los relevos se agolpen alrededor de tu paso y al sonido del llamador, con los sones de la pasión, corones la plaza de los mercedarios.
Deja Señor que en esta noche, el humo del incensario nos haga buscar tu rostro custodiado por ciriales. Avanza Padre mío, con andar reposado y que por izquierdos y costeros, sean tus costaleros los que con amor, carguen tu sentencia, los azotes y las burlas más ingratas, y que sea la música más armoniosa la de sus zapatillas desgastadas.
Que sé, que aun no es Domingo de Ramos, pero he soñado con un palio morado cruzando tras el Señor, el marco de esta bendita estampa. Esa que he coloreado de pétalos y plegarias, para la Madre más soberana. Mujer hermosa y valiente costalera, que carga con desconsuelo tan ingrata pena.
Déjame Madre del Perdón, cerrar los ojos y verte en esta noche, con toda tu candelería encendida. Déjame mecerte y rezarte, una vez más por campanilleros. Que hoy nuestra salida sea por el solo de un flautín, una salve salvadora de alabanza, para la Madre entre las Madres. La Reina entre las Reinas. Tú la más delicada primavera.» […]
Soñaremos con un nuevo Domingo de Ramos en la Merced y esperaremos con ansia una nueva Primavera, que venga con una Cuaresma completa, con previas, ensayos y pregones para anunciar con gozo y alegría la palabra Hermandad, la Fe en el Señor y en su bendita Madre.